Superferolítico


Macilento, hirsuto, diletante.
Palabras que tienen su aspecto. Carne, tono, textura, estado de ánimo.
El atisbo triste de una reunión de ues o el alegre de las ies. 
O palabras que pasan por enfrente mientras las dices:
Catarata.
Accidente.
Estertor.
Balanceo.
Y amable que es ama-ble. Y recordar que es re-cordar.
O palabras como campanas, como canciones, como el chirriar de un neón.
Glicinia, crepitar, estantería.
Decrépito, inerme, crujiente.
Deseoso, piragua, establo.
Y a veces además de esa apariencia perfecta del sonido y aspecto de las palabras encontramos también que por sí mismas ellas cuentan ya una historia.
Por ejemplo; excesivamente delicado, fino, primoroso
que se dice también superferolítico.
Qué maravilla de palabra:
Superferolítico
Superferolítico
Superferolítico

Composición estética

Hay como siempre una basura de olor a naranja, café y cigarrillos. Hay esa fascinación por una composición estética metalizada, casual, azulada.
Hay un bucle de cajas negras, estampas vacías, palancas que caen. Y un júbilo y una celebración maquinal, estacionaria, imprudente.
Y anonadados por la calle. Y esos olores a grasa que ahora asquean ahora hipnotizan.
Y sin duda pétalos, o flores enteras por los suelos. Agua en la boca, blancos y rosas, escrúpulo.

Y todos quieren una casa en mi casa. Un boletín. Un espía secreto.
La propuesta número cuatro del libro gordo. Aquél punto en el que explican la distancia adecuada, la mirada adecuada. Cómo mover la boca adecuadamente. Cómo ahuecarse el pelo adecuadamente. Cómo andar cercanos, o estar quietos adecuadamente.
De joven tuve que limpiar algunas sillas desde las patas. Aprendí la limpieza, la exigencia. Eso es lo que hay; mugre y competencia.
Ahora los paisajes están ladeados, desfondados, marchitos.
Y no es triste.

Ya no es lo que se ve lo que pasa sino lo que se oculta. Y esto de descifrar y ensayar y obviar lo común le quita mucho tedio, mucho tedio a las tardes que tantos llaman fabulosa.

Verbo


Deja que te enseñe lo que nadie, nunca, jamás ha visto...

Despertar, salir, huir, buscar, lugar, espacio, tiempo, ver, querer, tener, poder, volver, vivir, seguir atento, calla, observa, espera, anda, obedece, manda, adelanta, siente, abraza, vuela, vela, ruge, aguanta, calles, valles, sueños, niños, ruidos, sonido prohibido, ricos, pobres, nobles, crueles, seres muertos, vivos, segundos, minutos, horas, días, meses, años, calendario, gente, marabunta, hora punta, choques, daños, pasan masas presas, pasos, risas, llantos, sueños imposibles, besos, golpes, hombres, damas, vida, amas siempre, libre, soles, lunas, tierra, cielo, nubes, aire, lluvia, fuego, subes, bajas, pierdes, ganas, tramas más planes, más metas, más fama, más cimas mañana, más dramas, más almas marcadas, más, ciudadanos, voces, roces, razas, luces, artes, crecen, dices, vives, duermes, luchas, pides, e instantes felices, sexo, amor, amigos, enemigos, trapos sucios, pactos, duelos, socios, precios, sanos vídeos, sucios celos, parques, plazas, coches, noches, sombras, nombres, sólo quiero recordar, olvidar, inspirar, respirar, calcular, vigilar, piensas, sientes, quieres, hablas, decisión, precisión, ambición, ilusión, intuición, expresión… SON PALABRAS.

Domingo

En realidad no hay manera. Así, en crudo, es horror.
Cómo lo hacemos. De dónde sacamos palabras para cambiar lo que no nos atrevemos a contar del mundo por cosas que no existen. Por frases e ideas que nos hagan verlo todo como Historia.

Buenos o malos que luchan por el poder de la tierra, simplemente. Porque el caso es que contemplamos, contemplamos los acontecimientos impasibles cambiando de canal cada nuevo día. Para que nunca lleguemos a darnos cuenta de que esto no es una película. Vivimos entre asesinos, ladrones, cobardes sobre alfombras, cobardes entre cuatro paredes. Imbéciles y sabios. Niños, artistas, insomnes, angustiados, inocentes. Rodeados de médicos que no saben que no es posible curar. Rodeados de delirantes, despiadados, desconfiados. Rodeados de drogadictos que intuyen una inquietud. Rodeados de personas nerviosas, personas inseguras, personas tristes y alegres.

Persona: (Del lat. persona, márcara del actor, personaje teatral, este del etrusco phersu, y este del gr.  πρσωπον).

A ratos pienso que no sabemos dónde nos hemos metido. A ratos parece que la tierra entera es ese trozo de paraíso que vemos en nuestras ilusiones. A ratos pasa, y a ratos sonrío y no sé si es siniestro o sublime.  


Lulu and de Lampshades. You're gonna miss me

 

¡Enorme!

El plan era otro...

El plan era otro, pero sin querer o sin darnos cuenta pasamos la tarde en el Parque. Por probar o no sé por qué entramos en un sitio que no conocíamos. No sabíamos el nombre, no sabíamos qué aspecto tenía aquello, qué gente había, qué podíamos hacer allí. Una aventura que por otra parte habíamos planeado para cualquier otro día,  sólo por la cosa de hacer algo distinto ahora que es primavera.

Primero íbamos a un concierto. Luego a tomar cervezas a Lavapiés. Acabamos con un helado y unos cigarrillos. Marina desconfiaba, de mí y de todos los demás. Yo exploraba el terreno. Niños en los columpios, gente bebiendo leche, algunos mendigos con bolsas de gusanitos, alguna cerveza. Guitarra, hakis, combas, colores, ruido-de-niños-jugando.

Un conjunto de acontecimientos azarosos nos llevó hasta aquel parque. Cada paso que dábamos en busca de el sitio perfecto para sentarnos y dejar volar las palabras con un cigarro y un helado más lejos dejábamos nuestra idea inicial. Fuel Fandango quedaba a mi espalda perdiendo la oportunidad que había planeado dos días antes. Tampoco importaba, casi siempre improvisamos y ahora como es primavera nos dejamos llevar sin darle mucha importancia. 
 
La gente ajena a nuestras ideas y planes disfrutaba del día soleado y templado que hacía, sentados en el suelo o en los bancos, gente mayor y gente joven, niños, sobre todo, muchos niños apurando las horas del domingo. Sol siempre haciendo fotos con su cámara digital, ahora se le ha quedado pequeña y quiere una mejor. Mi cabeza hacía esfuerzos por recordar lo ya vivido, reconstruyendo los recuerdos pasados en los que ya había estado sentada en ese parque con otras personas, en otro tiempo en el que todo era distinto. Las sensaciones nunca son las mismas, aunque creamos que así es. 



Hablamos de la primavera y hablamos de la gente, hablamos de los objetivos, aunque inicialmente sean otros. Hablamos de los árboles y de los saris de las indias. Del color y de la música. De lo conocido y de lo que nos queda por conocer. Y todo esto sentadas en un pequeño trozo de césped, compartiéndolo con otras personas que parecían saber cuál era su lugar allí, sin embargo, creo que a nosotras todavía nos cuesta hacernos con algunos pequeños trozos de tierra en Madrid. Pero los planes siempre son otros.

Por lo que parece, ésta era la finca de Isabel de Braganza, segunda esposa de Fernando VII. Entonces todo estaba lleno de  jardines románticos, con paseos curvos y caprichos. Había un embarcadero, un palacete, fuentes, estanques, una noria, esculturas.

No queda nada parecido a eso, después del Casino de la Reina, allí hicieron el Museo Arqueológico, luego la Escuela de Veterinaria o la guardería de los hijos de las cigarreras de la Fábrica de Tabacos.

Muchas vidas ha tenido el lugar.

Hará unos diez años lo rehabilitaron y ahora es un parque que está muy bien, lo mejor que tiene es que está un poco escondido. Y que es público y podemos ir cuando queramos.